Cuando Felipe IV muere, en 1665, Carlos tenía cuatro años:

"[...] nombro por gobernadora de todos mis Reynos estados y señoríos, y tutora del príncipe mi hijo, y de otro qualquier hijo o hija que me hubiere de suceder a la Reyna doña Mariana de Austria mi muy chara, y amada muger con todas las facultades, y poder, que conforme a las leyes fueros, y privilegios, estilos y costumbres de cada uno de los dichos mis regnos, estados y señoríos..."

Testamento de Felipe IV

Carlos II de España a los catorce años, en el Salón de los Espejos, por Juan Carreño de Miranda (c. 1675)

Óleo sobre lienzo, 201 cm x 127,00 cm. Palacio Real de Madrid.

Carlos II era estéril porque tenía un testículo.

Carlos II padecía esterilidad y, según se creyó en el siglo XVII, se debía al hechizamiento, pero el médico del Hospital Clínico San Carlos de Madrid Pedro Gargantilla asegura que el monarca era estéril porque sufría hipogenitalismo, es decir, tenía un solo testículo y era atrófico. 

El doctor Gargantilla afirma que el rey padeció raquitismo infantil y tuvo una lactancia de 4 años con 28 nodrizas. 

Un astrónomo dijo al rey que la causa de su esterilidad radicaba en que no se había despedido de su padre en el lecho de muerte, por lo que Carlos II mandó  sacar la momia de Felipe IV para hacerlo.

La Verdad, 23 de marzo de 2000

EL ÚLTIMO AUSTRIA A LOS VEINTE AÑOS

El rey, que desde hacía seis meses había cumplido veinte años, estaba tan atrasado en conocimientos intelectuales como un niño pequeño.  Los placeres y los ejercicios físicos le eran indiferentes; si alguna vez iba de caza, era casi siempre en carroza. 

Su aversión por las damas llegaba al extremo de decir que, si alguien le hablase alguna vez de tener querida, le apuñalaría.  Su vida transcurría en Palacio ociosa, sin ninguna distracción, sin conversar con nadie, interrumpida solo por algunas devociones rutinarias, mas semejantes a la superstición que a la piedad y marcadas también de ociosidad. 

De ordinario no tiene a su lado mas que el gentilhombre de guardia, algún ayuda de cámara y dos enanos don los que jugaba todo el tiempo excepto cuando entraba en las habitaciones de la Reina de donde salía enseguida.

Hacia el comienzo del año 1681, tomó la costumbre de acostarse a las siete y comer solo en la cama, mandando cerrar su cámara, de manera que la misma Reina no podía entrar sino después de haber aporreado mucho tiempo la puerta.